Más de dos meses sin publicar en
el blog y mucho tiempo casi desconectada. Necesitaba el descanso y lo he
tenido.
Apenas sé por dónde comenzar
porque el verano ha sido intenso. Vacaciones familiares en la playa donde hemos
disfrutando de momentos estupendos. Vacaciones en pareja y vacaciones con mis
amigas Mercedes y Mónica. Mis amigas de patchwork y de vida.
Increíble la amistad que tenemos
con tan poco tiempo que hace que nos conocemos. Lo hablamos las tres muchas
veces: ¡cómo es posible que sucedan
estas cosas! Tres desconocidas de tres ciudades diferentes, con vidas
diferentes que a través del blog y del whatsapp se hacen amigas entrañables. Amigas
como si lleváramos muchos años juntas, amigas de las de corazón, de las que sabes que están ahí y te apoyan
siempre. Amigas con vidas muy distintas
y a la vez con muchas cosas en común.
En agosto fue nuestro segundo
encuentro. Esta vez en casa de Mercedes, en Gimenells, Lleida. Casi 800 kms de
distancia, un largo trayecto que merecía la pena hacer. De nuevo gracias a mi
marido que siempre está dispuesto a ir conmigo a todas partes.
Allí estaban esperándonos y
acogiéndonos con los brazos abiertos, Mercedes, Ramón, Aitor y Andrea.
Generosos, sencillos, amables… magníficos. Mónica y su familia ya habían llegado y de
nuevo las tres nos fundimos en un gran abrazo. Emocionadas, felices y
nerviosas… todo lo que queríamos hablar, y contar y compartir… y estar juntas
de nuevo. Nos mirábamos, nos abrazábamos, hablábamos a la vez como niñas pequeñas. De
nuevo juntas en solo unos meses. Nuestro segundo bloque del quilt Le Jardin
terminado, esa era la excusa para el encuentro.
He pasado unos días muy felices e
intensos. Tuvimos tiempo para todo viajar, coser, visitar tiendas de patchwork…y
sobre todo hablar y conocernos más. Quisiera contaros todo pero hay cosas que
solo el corazón sabe transmitir y que las palabra no pueden.
Mercedes y Ramón han sido unos
anfitriones magníficos y no puedo dejar de hablar de Aitor, su hijo y un gran
chico lleno de valores. Ramón trabajaba y Aitor ocupó su lugar: haciendo de
guía y acompañándonos en todo. Muchas gracias Aitor por todo. Yo estuve
encantada con él, como si fuera mi hijo. Podías mantener cualquier conversación
de manera muy amena y supo adaptarse a nosotros, en fin que como veis es un
tesoro de chico.
Nada más llegar y tras los muchos abrazos y besos, nos intercambiamos los regalos. De nuevo me quedé sin palabras. Mónica y Mercedes son grandes, muy grandes. De nuevo me sorprendieron, de nuevo me encantaron sus regalos y sobre todo que lo han hecho ellas con todo el cariño. En cuanto los veáis os daréis cuanta de por qué lo digo.
Nada más llegar y tras los muchos abrazos y besos, nos intercambiamos los regalos. De nuevo me quedé sin palabras. Mónica y Mercedes son grandes, muy grandes. De nuevo me sorprendieron, de nuevo me encantaron sus regalos y sobre todo que lo han hecho ellas con todo el cariño. En cuanto los veáis os daréis cuanta de por qué lo digo.
Este es el regalo de Mercedes. Un bote para guardar mis tesoros de patchwork seguro. Las aplicaciones son diseño de Marie Suàrez y que ha realizado con una perfección exquisita. Fijaros en la sábana tendida con mi inicial, el árbol de yo-yos y los bordados tan lindos. Me quedé maravillada. ¡Cómo me gusta! ¡Qué manos tiene y que buen gusto! Todo lo que ella hace parece fácil de lo perfecto que es, pero os aseguro que lleva muchas puntadas, bien hechas y definidas. A Mercedes le gustan las labores perfectas y pulidas, como dice ella.
De nuevo mis amigas fueron
generosas conmigo con estos regalos. Y aunque yo no llego a su nivel, me esforcé por tenerles algo especial hecho por mi. Esta vez sí les llevé terminado el
guardagujas y el alfiletero que les había prometido y que no pude terminar en
el primer encuentro. Elegí telas del quilt que cosemos juntas Le jardín y un
diseño de Anni Downs de su libro “Aplicaciones de patchwork y bordados hechos a
mano” que me encanta.
Me ha hecho mucha ilusión hacerlo y además me gusta que lo tengamos iguales (bueno falta por terminar el mío que aún no lo he acabado).
¡Qué gusto da coser para amigas! ¡Qué ilusión ver sus caras y saber que les gusta! He disfrutado cada puntada que he dado sabiendo que era para ellas. Sé que al cogerlo se acordarán de mí. Como yo me acuerdo de ellas cada vez que veo sus regalos. Tanto que he decidido poner algunos en la entrada de mi casa para que todo el mundo que llegue los vea y poder decir son regalos hechos por mis amigas Mónica y Mercedes.
Y cosimos a ratitos. El primer día en casa de Maite, amiga de Mercedes que nos prestó su gran cuarto de costura. Otra apasionada del patchwork que hace cosas muy lindas y con un estilo muy personal. Nos acompañó Lourdes también amiga de Mercedes y encantadora. Hicimos este bolsito que nos enseñó Mónica aunque no lo terminamos. El suyo es precioso ¿ verdad?
Otro día Mercedes me hizo un tutorial de valisette e hizo una pequeñita para que yo aprendiera. Ya os digo yo que no será ni tan bonita ni tan bien hecha como las suyas las que yo haga. ¡Qué dos grandes maestras de patchwork son mis amigas y cuanto aprendo con ellas!.
Hicimos turismo por Lleida
visitando la ciudad y su maravillosa Seu. Paseamos cerca del rio y nos gustó la
ciudad. Siempre digo que todas las ciudades tienen su encanto y que en España
tenemos mucho que ver. Lleida es una ciudad cuidada y bonita, con casas muy
bien conservadas y con una preciosa Seu Vella (antigua catedral de Lleida) que
está en el cerro Turó de Lleida que domina la ciudad y toda la comarca de
Segrià.
La pena fue que la tienda de patchwork en Lérida donde
compra Mercedes estaba cerrada. Pero como tenemos recursos para todo nos fuimos
a Monzón (Huesca) y allí estuvimos en Chic y claro compramos como no, y telas
por supuesto. Estuve en más tiendas de patchwork, no lo puedo evitar: ciudad que visito, tienda de patchwork a la que voy. Pero esto os lo contaré en otra entrada.
El sábado hicimos un gran viaje: el
Valle de Arán, cruzamos los Pirineos, puerto de la Bonaigua (2072 m de altura),
Sort, Viella, y pasamos a Francia Las Bagnères de Luchon, y cruzamos el Col de
Portillón y de nuevo Viella y Baqueira Beret. Hasta estuvimos en un refugio de
la montaña con unos amigos cerca de Viella.
Preciosos e impactantes paisajes.
El domingo comimos esta magnífica
paella en casa que hizo su tío. De verdad que estaba riquísima. Tuve el placer
de conocer a Pili, la tía de Mercedes, qué gran mujer y pude ver cuánto se quieren
Mercedes y ella, tienen un vínculo único.
Sentí la casa de Mercedes y Ramón como mi casa. Nos sentimos acogidos y queridos. De verdad que han sido unos días estupendos. De nuevo Álvaro el hijo de Mónica nos hizo reír con sus ocurrencias, es muy listo. Siguió el ritmo de seis adultos que no paraban y terminaba rendido, pero por la mañana de nuevo estaba dispuesto para las salidas. Es muy lindo. Yo creo que para él Mercedes, Ramón, Vale y yo somos como sus tios mayores. Y es que Mónica y Rober son mucho más jóvenes que nosotros pero nos adaptamos todos bien unos a otros.
Amigas, cariño, viajes , patchwork, descanso y relax…. ¡que más se puede pedir a un verano!.Este desde luego ha sido muy especial.
Gracias amigas. Gracias Mercedes
por tu hospitalidad, por abrirnos de par en par tu casa, por dejarnos estar un
poquito más en tu vida y en tu mundo, por tu familia, por todo.
Gracias Mónica por tu alegría, tu
juventud y tu gran corazón. Espero que volvamos pronto a estar juntas, y seguir
disfrutando de nuestras pequeñas cosas.