12/4/15

MI MANTA PARA EL SOFÁ


Mi madre empezó esta mantita cuando comenzó a sentirse mejor  tras su operación. A las dos nos gusta empezar labores nuevas. Fuimos a la tienda a comprar las lanas. Fue unos de esos primeros días en los que podía pasear ya sin cansarse tanto. Tenían una mantita parecida en tonos verdes y a las dos nos gustaba.
Por la tarde empezamos a hacerla. Mi madre hace mucho ganchillo, ya os he dicho que ella me ha enseñado todo en este mundillo de labores y que de ella me viene mi afición.


¡Que placer es sentarme junto a ella a coser! Parece que el tiempo se para, que vuelvo a mi niñez cuando ella me enseñaba sentada en  esas sillitas bajas en el pequeño comedor de mi casa del pueblo.
Busqué un tutorial de como hacerla y le puse el vídeo en el Ipad. Ella siempre ha sido autodidacta, si se empeñaba en hacer una labor no paraba hasta sacarla. Me cuenta siempre que la primera camisa de hombre la hizo a los 14 años para su hermano, deshaciendo una vieja. 
Siempre se maravilla de la tecnología ( por cierto hoy sale de viaje con un móvil moderno, en el que lleva practicando toda la semana, a ver como le va jaja). Entendió perfectamente las explicaciones y en un ratito se había hecho un granny.

Estaba aun convaleciente y no podía hacer aún mucho con el brazo pero cada día hacía un poquito de labor.
Esos primeros días me sentaba a coser con ella para animarla pero que bien me venían a mi para relajarme y disfrutar a su lado. Juntas recordamos a mi abuela Ángela. Otra gran mujer a la que recuerdo siempre con una aguja de ganchillo en la mano. Ella ha ahecho muchas mantitas de granny y cojines y puntillas para las sábanas de todos sus nietos.... que gran mujer era mi abuela, siempre estará presente en mi recuerdo y en mi corazón.


Cuando se fue ya a su casa a hacer su vida, como dice ella, terminó la mantita y esta Semana Santa me la regaló. Yo quería que fuera para ella pero prefiere que sea mía. 


Me encanta como ha quedado. Es acogedora y calentita, pero me da pena arroparme con ella cuando estoy en el sofá. Ahora solo la luzco y la huelo porque tiene el aroma de mi madre y a través de él siento todo su amor.




Mi madre tiene 80 años y tras la operación está muy bien. En estos días de estar todos juntos lo hemos podido comprobar y hemos saboreado sus ricas comidas. Hoy marcha para el norte, va a Cantabria y Asturias y espero que disfrute mucho.


La fuerza de mi madre me ayuda a seguir siempre hacia adelante y a afrontar la vida con una mirada positiva.

Pronto os enseñaré el primer objetivo de la cestita japonesa. Hoy lo termino, espero.
Gracias por compartir este ratito conmigo y ánimo a todas las que tenéis blog, Tenemos que seguir publicando y mostrando nuestras labores porque de verdad que disfruto mucho cada vez que os visito y veo todo lo que hacéis.