¡Cuánto tiempo que no
me siento en el ordenador a escribir! Ha
sido un verano raro, que me tiene con un pellizco en el estómago de
preocupación. Es que mi madre está un poco pachucha, pero sé que lo va a superar y volverá a tener la misma luz de siempre.
Poco he cosido y poco he paseado por vuestros blogs. Perdonadme amigas. Espero en estos días
ponerme al día, visitaros a todas y poneros un comentario. La verdad es que me
encanta escribiros y deciros lo que disfruto ocn vuestras labores.
El verano empezó muy bien y de ello os quiero hablar.
Una tarde de mediados de junio fui a ver a mis amigas de Costura con café. Seguro que todas conocéis su blog y si no pichad ahora mismo
el enlace porque no os podéis perder las maravillas que hacen.
Cada martes se reúnen para coser juntas en casa de Julia.
Esa tarde fui muy afortunada al compartir unas horas con ellas. Julia me enseñó
sus quilts, todos preciosos. Pude contemplar lo bien hechos que están; se notan
las manos expertas. Si uno me gustaba, el otro más. En su blog podéis ver que
no exagero.
Les hice unos
regalitos y la verdad es que como son 5 y tengo poco tiempo para coser estuve hasta
la madrugada de antes cosiendo en el campamento (estaba de acampada de fin de curso con los niños de mi
cole). La luz no era muy buena y me costó terminarlos.
A Julia y Toyi les hice estas fundas para sus apuntes de
patchwork.
Puse todo mi cariño en hacerlas porque son dos personas muy
generosas y entrañables.
(Combiné telas estampadas con cuadritos vichy)
A las demás les hice estos guardadedales. Les gustaron mucho
por su originalidad y cosa rara, ellas no habían hecho ninguno. Para Juli, Emi
y Lucía. Juli no estaba esa tarde pero sí estuvo la cuñada de Julia, así que el
regalo fue para ella. (Juli recuerda que te debo uno, tendremos que volver a
vernos y pasar otro ratito juntas).
Yo había visto muchas veces en su blog sus suculentas
meriendas y la verdad es que se me hacía la boca agua cuando leía sus entradas
y veía sus fotos. Soy bastante golosa y
además me gusta mucho la repostería. Estaba segura de que me habrían preparado
una rica merienda. Y por supuesto acerté. Deliciosos dulces elaborados por
ellas, todos riquísimos.
(¡Qué pena de fotos, todas salieron fatal! Pero podéis ver los exquisitos dulces.)
Julia hace repostería creativa y tiene de todo y además hace
jabones naturales. Me obsequió con algunos
de ellos. La verdad es que tienen manos para todo. Son admirables.
Esa tarde no cosimos, pero si hablamos mucho y compartimos
nuestro gran hobby: el patchwork. Pude deleitarme ojeando los libros y revista
de Julia y su colección de telas. Impresionante y preciosas todas.
Me dieron ideas para hacer una colcha para mi hija y me
asesoraron de cómo hacerla.
(Rosa de ganchillo como adorno)
La tarde pasó rápida. Siempre cuando te sientes cómoda, a
gusto y en buena compañía el tiempo pasa volando.
(Iniciando las agendas. Ay! lo que me cuesta elegir las telas.¡Tengo tantas y tan bonitas todas!)
Esa ha sido uno de los buenos momentos del verano. Espero
que compartamos muchas tarde más. Sois todas un cielo y tengo mucho que
aprender de vosotras.
Os pongo muchas fotos porque cuando cojo la cámara no paro
de hacerlas.
Espero que os guste y de nuevo quiero dar las gracias a
todas las amigas que voy conociendo en este mundillo por su amistad y
generosidad.